El señor de los anillos: La comunidad del anillo
Reseña
(Si quieres ir directamente a las diferencias entre el libro y las pelis, click aquí)
Este año se cumplen 70 años de la publicación del libro que inició la gran saga épica de JRR Tolkien. Si bien el profesor jamás tuvo la intención de publicar esta saga, el éxito rotundo de «El hobbit» hizo que la editorial animara al autor a publicar lo que se convertiría en una de las mayores obras maestras de la historia de la literatura fantástica.
De niño, recuerdo que fui al cine a ver «El señor de los anillos: las dos torres«. Inocente de mí, al salir del cine me fui directo a la biblioteca y tomé prestado «El retorno del rey«. Imagináos a un chaval de catorce años tratando de leer a Tolkien. Desistí en mi empeño y desde entonces lo mantenía en mi mente como un «tostón«.
Pero ¿Qué somos los seres humanos sino cambio constante? Combatir nuestras más arraigadas creencias puede ser uno de los retos más emocionantes a los que nos podemos enfrentar. Y justamente eso hice. Me dije a mí mismo: Oye, Fernando, si quieres ser un gran escritor de fantasía, debes aprender de los mejores. Independientemente de lo que pensaras de Tolkien, es hora de leerlo. No con ojo ocioso, sino como aprendiz.
Y me compré la trilogía. Cabe decir que durante estos años me he entrenado en leer lo que me gusta llamar «literatura dura». Aquella que va desde los clásicos, con sus tonos antiguos de su época (Austen, Chejov, Cervantes…) hasta autores autopublicados (que en algunos casos, son muy difíciles de seguir).
En cualquier caso, abrí de nuevo las hojas del señor de los anillos (tras una previa lectura del magnífico hobbit, por supuesto) con una actitud crítica, pero una mente abierta. El resultado me sorprendió.
Sobre el estilo de Tolkien.
Rompiendo una lanza hacia mi yo de catorce años (el chaval tenía coraje, con doce se había leído la Odisea del tirón), puedo entender porque en aquel entonces «el retorno del rey» me pareció un «tostón».
Y es que Tolkien usaba un tono (más allá de la forma de expresarse de su época), tremendamente literario, rozando lo poético. Sus descripciones son complejas e intrincadas, y la forma en que dibuja la tierra media es la de un pintor paciente y enamorado de su obra. Cada loma, cada valle, cada árbol está descrito con un cariño y una pasión arrolladora, pero que puede aburrir sin piedad a un lector moderno.
No obstante, una vez superada esta barrera de escepticismo, se puede disfrutar muchísimo si buscamos visualizar las tierras que Frodo y compañía deben cruzar en su misión de destruir el anillo único. Si bien es cierto que nuestro querido profesor utiliza de forma desmedida, casi rozando el abuso, el recurso de ubicar a sus personajes en su vasto mapa utilizando aquello que ven ante ellos, tras ellos, a diestra y siniestra. Especialmente en los primeros compases en la comarca, que pueden hacerse bastante cuesta arriba.
Un viaje en seis partes
«El señor de los anillos» está dividido en seis partes (o seis libros), en «la comunidad del anillo» Tolkien nos presenta los dos primeros libros.
El primer libro explica el inicio de la historia y las aventuras de los cuatro hobbits (Frodo, Sam, Merry y Pippin) tratando de salir de la comarca, y todas las desventuras que sufren en el proceso.
El segundo libro narra las aventuras de la comunidad del anillo, desde su formación en rivendel, hasta su disolución en Amon Hen, a orillas del Anduin.
La primera parte de la obra es toda una declaración de intenciones. Tolkien nos indica que, a pesar de las guerras entre hombres, orcos y elfos, gloriosos y poderosos en sus épicas conquistas, esta es una historia sobre hobbits. Pequeños, humildes y bonachones hobbits. La obra trata temas de gran profundidad como la lealtad y la amistad. así como la codicia y la corrupción. Bajo la guía del sabio mago Gandalf, los curiosos hobbits abandonan su hogar para enfrentarse a unos peligros de los que ni siquiera son conscientes.
En conclusión
Creo que El señor de los anillos es una obra maestra, y eso no se puede discutir. A pesar de que el tono ha envejecido mal para nuestra época. La forma de Tolkien de narrar y describir su mundo de fantasía es magistral (aunque quizás alguna canción sobra). En cualquier caso, es una obra fundamental para cualquiera que se considere amante de la fantasía, sino de la literatura en general.
Diferencias entre el libro y las películas
Ahora sí, vamos al lío. Como hemos comentado, el libro se divide en dos partes; la primera narra la salida de los hobbits de la comarca. La segunda, la formación, avance y disolución de la comunidad del anillo. Las dos partes son de una extensión similar, así que os podéis imaginar cual es la diferencia más grande con las películas.
Érase una vez en algún lugar de la comarca…
El primer punto que llama la atención es que el libro se inicia de la misma forma que la película: Bilbo bolsón celebra su cumpleaños. El célebre y aventurero hobbit desaparece, dejando a su sobrino Frodo su herencia y su anillo. Gandalf, que observa el anillo, decide investigarlo… DURANTE DIECISIETE AÑOS. Eso es, entre el cumple de bilbo y la partida de Frodo de la comarca pasan ¡¡Casi dos décadas!! Es el tiempo que tarda Gandalf en descubrir que el anillo de Frodo es en realidad el anillo único de Sauron (persiguiendo a Gollum con Aragorn por toda la tierra media).
De hecho, Frodo parte de la comarca con más de cincuenta años, a pesar de que el anillo le hace parecer joven, es ya todo un señor cuando se marcha con Sam, Merry y Pippin.
Una persecución que ni Fast&furious…
Aquí empieza a diverger completamente de la película. En la cinta, tras unas escenas, se plantan en Bree, donde encuentran a Aragorn. En los libros, a los cuatro hobbits les pasa DE TODO antes de dejar la comarca:
- Huyen de los nazgul que les pisan los talones, abandonando los caminos e internándose campo a través
- SE PIERDEN en la comarca
- SE ENCUENTRAN UN EJÉRCITO DE ELFOS, en plan casual, se hacen amigos y les dan de comer.
- Llegan a un bosque EN EL QUE SE VUELVEN A PERDER, hasta que se encuentran con Tom Bombadil.
Hablemos del héroe, el máquina, la leyenda… TOM BOMBADIL.
Este personaje, que próximamente veremos en la segunda temporada de «Los anillos de poder» es el gran olvidado de la primera película de Peter Jackson.
Tom conoce a los hobbits en su bosque, el tío es mas antiguo que Sauron (y quizás más poderoso, porque se pone el anillo se lo quita y no le hace nada), pero simplemente LE DA IGUAL TODO. Una máquina. Un monstruo. Se hace amigo de los hobbits, los invita a comer, les presenta a su mujer cañón y les dice por dónde tienen que ir. Y que tengan cuidado con los zombies, pero que si les pasa algo, canten un poco y él aparecerá.
Total, que los hobbits, evidentemente, tienen problemas con los zombies de los túmulos. Cantan. Aparece Tom Bombadil, y se carga a los zombies CANTANDO. ¿POR QUE ESTO NO SALIÓ EN LAS PELIS? ¡CINEMATOGRAFÍA PURA!
Sobre la segunda parte
Aquí hay que romper una lanza a favor de las pelis. Desde Rivendel hasta el final la película es increíblemente fiel al libro. La creación de la comunidad (que por cierto, proponen darle el anillo a Tom para que lo lleve él, pero la idea es descartada. Oportunidad perdida) hasta la huida de Frodo con Sam. Lo cierto es que en esta parte los libros no divergen mucho de la película (especialmente de la versión extendida, que es la única forma de ver correctamente el señor de los anillos).
¡Espero que te haya gustado!
Ahora me hallo enfrascado en la lectura de «Las dos torres«. En cuánto esté listo, cuenta que podrás leer mi análisis, y la diferencia con las películas, aquí en mi web.
¡Un abrazo!